viernes, 13 de agosto de 2010

Cabo rojeño: al son de la salsa, los pases de fútbol


Afuera, la acera vibra por el retumbe de la música. Las puertas se abren, y detrás de una cortina de humo, producto de los cigarrillos, aparece una multitud que corea eufóricamente: “la juma de ayer ya se me pasó, esta es otra juma que hoy traigo yo”.
De seguro Henry Fiol no tiene idea de que en un pequeño bar del centro de Guayaquil, su canción se entona con tanta pasión, y quizás, tampoco sepa que se trate del Cabo Rojeño.
“Aquí la salsa une a la gente”, comenta un bebedor emocionado, corroborando aquel dicho de que los borrachos nunca mienten.
Y es que a pesar de que las aficiones deportivas de sus dueños dividieron físicamente al Cabo en un ambiente barcelonista y otro emelecsista, cual zona neutral, las disputas por arbitrajes fallidos y malas jugadas allí no tienen lugar.
No obstante, desde que surgió el Cabo Rojeño, 27 años de tregua salsera han transcurrido.
Pero como toda historia tiene su lado oscuro, hubo un tiempo en que no todos fueron admitidos en este territorio tropical.
“No se dejan entrar a mujeres solas”. Esta era la consigna, que hace varios años atrás, llevaba un aviso que solía colgarse en la entrada.
El volumen exagerado de la música apenas deja escuchar a Yoyo Pinargote, uno de los propietarios de este sitio, para quien el motivo de la disposición era simple: “cuando entraba una chica sin pareja, los hombres la desnudaban con la mirada”, pero el letrero fue retirado cuando una periodista de un diario de la ciudad le recriminó el hecho.
Gracias a esta heroína, conocida por pocos y anónima para muchos, cada fin de semana el Cabo es frecuentado por un sinnúmero de mujeres de todas las edades, como Estefanía y Janeth, dos amigas que desde los 16 años, se reúnen allí para bailar “solas”, beber “solas”…en fin, divertirse “solas”. Hasta la fecha, ya han recorrido 35 primaveras.
Pero las féminas no son los únicos personajes que han hecho historia en el Cabo Rojeño.
El Abogado del Maní y el Cónsul de los Negros, se inmiscuyen entre la muchedumbre llevando un sombrero sobre su cabeza, que en realidad es una bandeja repleta de maní, mortadela y limón, ingredientes que para muchos resulta el piqueo predilecto en una noche de cervezas, y por supuesto, el sustento de vida de estos dos caballeros.
Aquí los populares también tienen lugar. Abdalá Bucaram junto con un Rey de la Cantera 20 años más joven, observan a la audiencia bailar. En tanto Roberto Bonafont, locuta el movimiento de los cuerpos incentivados por la música, mientras que los jugadores de Barcelona y Emelec, le hacen barra a los mejores danzantes.
Todo esto desde las paredes donde cuelgan sus fotografías, imágenes reveladas que guardan el instante cuando, en alguna ocasión, visitaron este tradicional espacio guayaquileño.
Sin embargo, todos ellos quedan opacados cuando Héctor Lavoe empieza a cantar sobre un banco de plástico, el escenario portátil de todos los artistas que brindan espectáculos en el Cabo.
Pero la verdad, aquel Lavoe no es otro que Freddy Barberán, que a diferencia del “Cantante de los Cantantes“, es el “Cantante de la Gente”.
“Yo no imito, yo actúo”, señala un tanto molesto cuando un ignorante en materia salsera le pregunta desde cuándo canta como Héctor, pero un “a los años viejo Freddy”, proveniente desde una esquina en el fondo del bar, relaja las tensiones y el repertorio vuelve a estallar.
Éxitos como “Máscaras”, “El Día de mi Suerte”, “Timbalero”, y “Hacha y Machete”, son interpretados por Freddy como si Lavoe viviera en su garganta. La algarabía no da para más.
“Viva la salsa”, dice finalmente.
El espectáculo culmina, al igual que el horario máximo para la venta de licor. En todo caso, fue tiempo suficiente para saber que nadie es guayaquileño si no ha visitado el Cabo Rojeño, ubicado en Rumichaca y Junín, donde la salsa no tiene fin.

Guayaquil, ciudad que acoge religiones





Cosmopolita, puerto principal, centro económico, ciudad de diversión, así es como los ojos del mundo ven a Guayaquil, sin embargo, por increíble que parezca, esta es una capital religiosa.
Y es que las puertas de los astilleros no solo se han abierto al comercio, sino también a las diferentes tendencias espirituales y filosóficas provenientes de los rincones más diversos.
En consecuencia, todos los días las calles de la Perla son transcurridas armónicamente por personas de todos los cultos, hecho que está muy lejos de la instauración de una guerra entre credos.
Para tener una idea más clara, Guayaquil cuenta con una población de 3 millones de habitantes, de los cuales el 81% son católicos, el 11% evangélicos (entre pentecostales y bautistas), el 2.5% Testigos de Jehová y el 2.2% mormones, mientras que el 0,4% pertenece a la Iglesia del Reino de Dios, el 0.3% a la Adventista del Séptimo Día, el 0,3%, a la de la Religión Divina, y el 0.1% a la Iglesia Pentecostal.
Estas cifras obedecen a un censo realizado en el 2003 por la Alianza Cristiana y Misionera; las Asambleas de Dios y las Iglesias Cristianas en el Ecuador.
Sin embargo, en el transcurso de estos años han surgido nuevas religiones con sus respectivas peculiaridades y tendencias.
Tal es el caso de Creciendo en Gracia, un culto que afirma que Jesucristo regresó a la tierra en el cuerpo de José Luis Miranda, un puertorriqueño considerado el fundador de esta religión.
En Guayaquil, sus adeptos causaron conmoción cuando se tatuaron el 666 en el brazo, como muestra de lealtad a su líder y como símbolo de bendición, salvación y salud.
Continuando con las singularidades, también se puede citar a la Iglesia Universal del Reino de Dios, conocida popularmente como “Pare de Sufrir”.
Su estrategia para acaparar más seguidores es netamente mediática, pues a través de programas televisivos y radiales, presentan testimonios vivientes de personas a los que Dios los ayudó a solucionar sus problemas a partir de que se convirtieron en fieles de esta iglesia, la misma que está dirigida por un ciudadano brasileño llamado Edir Macedo Bezerra.
Otro dato curioso, es que en sus prácticas religiosas y ceremonias de sanación utilizan elementos de corte supersticioso, como la rosa milagrosa, el aceite bendito o el agua bendita del río Jordán.
En fin, la lista puede continuar, prueba de ello son el sinnúmero de templos que se encuentran en toda la ciudad, de las cuales unas están registradas y otras no, pero siempre cuentan con muchos feligreses en su interior, especialmente en los fines de semana.
Pero cabe mencionar que no existe una estadística oficial sobre cuántas religiones existen en Guayaquil.
Según datos del Ministerio de Gobierno, entidad que hasta hace poco era la encargada de los asuntos de libertad de culto, en el Ecuador se han contabilizado 2.860 religiones, cifra que no está desglosada en provincias.
En todo caso, la presencia de una religiosidad diversa no se puede negar.
Por este motivo, se ahondó en la filosofía de cuatro credos que se practican en Guayaquil, con la finalidad de dar a conocer un poco más sobre sus costumbres y objetivos.
La selección no tiene que ver con inclinaciones de ningún tipo, ni con el número de seguidores que tienen, sino más bien con los orígenes milenarios de unas, y con la disciplina que ejercen en sus prácticas y rituales religiosos.

Hare Krishna
De tradición milenaria, el Hare Krishna busca controlar la mente y los sentidos, pero sobre todo ayudar a los demás.
Para lograrlo, sus practicantes deben aprender técnicas de meditación, pues es el canal por el que pueden elevar mantras (oraciones) a Krishna (Dios), y así pedirle misericordia para poder servir.
No obstante, la veneración a Dios se inicia muy en la mañana, porque en ella se encuentra la bondad, mientras que en la tarde la pasión, y en la noche la ignorancia.
Además, deben cumplir con cuatro reglas esenciales, que son la base de la filosofía del Hare Krishna.
La primera tiene que ver con no intoxicarse, por lo que está prohibido consumir alcohol, cigarrillos, estupefacientes, café, te, e incluso alimentos que crecen en la noche como las setas, porque son considerados afrodisiacos.
De acuerdo con Premamurti Das, Brahma (especie de sacerdote) de la comunidad Hare Krishna en Guayaquil, los elementos mencionados “alteran la mente y el cuerpo”.
En tanto, la segunda es no tener sexo ilícito, es decir fuera del matrimonio, porque aparece la infidelidad y “eso Krishna no lo ve bien”, agregó.
La tercera regla se refiere a no comer carne, pescado y huevos, pues es una forma de desarrollar misericordia hacia todos los seres vivientes. Finalmente, la cuarta implica no jugar al azar, porque está basado en el engaño y en la mentira.
De no cumplir con estos cuatro fundamentos, que se traducen en Karmas (acciones), los individuos vuelven a nacer una y otra vez, y no necesariamente como seres humanos, sino como perros, gatos, o cualquier otra forma viviente. Por ello, practicar buenas acciones mientras se es persona debe ser aprovechado para poder estar al lado de Krishna más pronto.
Por otro lado, los Hare Krishnas no predican de puerta en puerta, “porque para cambiar a las almas, lo que se tiene que hacer es dar ejemplo”, acotó Premamurti Das.

Budismo
A pesar de que se lo reconoce como una religión, el budismo es una sabiduría que no surgió para reemplazar a un dios con otro, sino que lo que hace es trabajar con el sufrimiento humano para descubrir sus causas más profundas, y liberarse de él.
De acuerdo con Carlos Tutivén, practicante del budismo, la causa del sufrimiento “es la ignorancia sobre la propia mente”, y solo se irá cuando el individuo reconozca la verdadera naturaleza de ésta (de la mente).
Así, explicó que el budista “es aquel que se empeña en trabajar con su mente y sus emociones para buscar un despertar”, es decir, el desarrollo de la mente búdica que comprende la compasión y la omnisciencia.
Pero para alcanzar esta liberación, el practicante tiene que comprender los 4 sellos de la sabiduría budista.
El primero consiste en entender que toda persona tiene una vida humana preciosa, “no porque es bonito”, dijo Tutivén, sino porque tiene la inteligencia para poder descubrir la causa de su sufrimiento.
El segundo implica aceptar la verdad de la impermanencia, porque nada en este mundo permanece estático. El tercero responde a aceptar la ley de la causa y el efecto, pues cuando ambas confluyen, las cosas adquieren existencia.
Mientras tanto, el cuarto señala que si hay una verdadera liberación, todos los potenciales de la mente humana está magnificados.
Adicionalmente, para alcanzar la mente búdica, y por lo tanto, liberarse del sufrimiento, el practicante tiene que eliminar de su ser los denominados 5 venenos que son la ignorancia, el apego a las cosas, el odio, la envidia y el orgullo.
Asimismo, debe estudiar y meditar las enseñanzas del Tora (libro sagrado del budismo), y llevar una vida ética. Esto último, no tiene que ver con “preceptos moralistas”, sino con el cuidado de la mente, acotó Tutivivén. En cuanto al reclutamiento de nuevos seguidores, el budismo no se predica, únicamente se transmite si es solicitado.

Judaísmo
Reconocida como la más antigua de las tres religiones monoteístas (las otras dos son el cristianismo y el Islam), el judaísmo se basa en una filosofía que consiste en amar a Dios y al prójimo.
Estos principios están contenidos en la Torá, que son los 5 libros sagrados de esta religión.
De acuerdo con Nery Montiel, presidente de una comunidad judía en Guayaquil, la Torá “es una luz que viene de Dios, y que llena el alma del ser humano”.
En este sentido, el estilo de vida de un judío tiene que ver con una cultura de inteligencia, de sabiduría y de respeto hacia los demás.
Por otro lado, el judaísmo se compone de varias corrientes como el judaísmo ultra ortodoxo, el ortodoxo, el conservador, el reformista, el caraíta, entre otros, que difieren en determinadas costumbres, pero todas se basan en los principios antes mencionados.
Asimismo, todas respetan profundamente el Sabbat, que es el séptimo día, y por lo tanto, está dedicado netamente para adorar a Dios y para estudiar su palabra.
Además, por ser considerado un día de reposo, se suspende cualquier actividad de trabajo.
Otro aspecto muy importante dentro del credo judío, es el desarrollo de una conducta alimenticia adecuada, la misma que permite que el cuerpo sea receptor de la luz que se transmite a través de los libros sagrados.
Así, los judíos evitan sobremanera mezclar ciertos alimentos como carne y leche, pero sobre todo no ingieren animales que Dios diseñó para la purificación de las aguas, como los mariscos, y ciertas clases de peces. En cuanto al consumo de otros animales, éstos deben ser correctamente sacrificados, es decir, “desangrados, y posteriormente salados”, indicó Montiel.
Por otro lado, los judíos predican el temor a Dios, y el cumplimiento de 248 mandamientos que dicen “harás”, y 365 que dicen “no harás”, entre estos últimos están el no robar y no matar.

Evangélicos
la Religión evangélica se fundamenta en seguir rígidamente lo que está escrito en la Biblia, para lograr alejarse por completo del pecado y alcanzar la salvación.
Asimismo, promulga firmemente que Jesucristo está vivo y que vendrá por segunda vez a la tierra.
De acuerdo con Francisco Loor, pastor de una iglesia evangélica, la Biblia es un nexo a través del cual, los seres humanos pueden entregar su vida a Cristo, y cuando esto sucede, dijo, “el Espíritu viene a morar en su vida, y el pecado es sustituido por la obediencia a Dios”.
Para entenderlo mejor, la relevancia que la Biblia tiene en esta religión, se resume en el hecho de que considera que todo lo allí escrito es la única verdad, y por lo tanto, es su obligación creerle. Por esta razón, los evangélicos creen en el cielo y en el infierno, en la sanidad divina, la resurrección de los muertos, y en todas las profecías.
En contraste, no creen en la mezcla de tradiciones humanas con los preceptos bíblicos, como por ejemplo la adoración al sol, a la luna y a las imágenes de cualquier tipo. En este sentido, Loor señaló que aquellos que crean en “estos errores”, tendrán que ser juzgados “por su consciencia, por el discernimiento que tuvieron del bien y del mal”.
En cuanto a la Virgen María, la reconocen como una mujer ejemplar, pero no la consideran intercesora, mediadora, ni inmaculada, características que para los evangélicos “son doctrinas que crearon los hombres y no Dios”, acotó el pastor.
Por otro lado, esta religión se divide en distintas corrientes: luteranos, metodistas, bautistas, adventistas, aliancertas, anglicanos y pentecostales.
Sin embargo, todos practican la predicación puerta a puerta, y realizan multitudinarias asambleas. En Guayaquil, la última tuvo lugar en el mes de julio, en la que se presentó el testimonio de Daniel Ekechukwu, un nigeriano que resucitó al tercer día, al igual que Jesucristo.

Escuelas kichwa al rescate de la identidad


“Ñuka llakta kantami napanchik. !Kuyaywan, kuyaywan! Kanka tukuy shunkuwan kushikuy. Ñuka kuyay intita yallinmi. !Waranka, warankata kushikuy! Ñuka sumak allpami kanki”.
Emocionados por demostrar que son kichwa hablantes, los alumnos de la escuela Fernando Daquilema, ubicada en Monte Sinaí, al noroeste de Guayaquil, entonaron en esta lengua nativa la primera estrofa del Himno Nacional del Ecuador.
Y es que esta institución pertenece a uno de los 17 centros que conforman la Dirección de Educación Intercultural bilingüe de la Costa y Galápagos, y que están distribuidos de la siguiente forma: 10 en Guayaquil, 2 en Los Ríos, 4 en el Oro, y 1 en Galápagos.
De acuerdo con Martha Yuquilema, directora de la entidad, la iniciativa surgió en 1998 con el afán de “fortalecer la identidad y mantener el idioma”, debido a la gran ola de migración indígena hacia la región.
El programa inició en Guayaquil con apenas 10 estudiantes, precisamente en las instalaciones del desaparecido Mercado Sur, lugar en donde solía concentrarse este sector de la población hasta antes de la regeneración urbana.
Hoy, doce años después, cuenta con la acogida de 2.300 niños y niñas, de los cuales el 70% es indígena, el 27% mestizo, y el 3% restante es afroecuatoriano.
En cuanto a profesores, la Dirección cuenta con 204, de los cuales “el 80% es kichwa hablante y el 20% son mestizos que están en proceso de aprendizaje del idioma”, acotó Yuquilema.
Por otro lado, las escuelas kichwas en el Ecuador cuentan con su propio modelo educativo, que según Mónica Franco, Subsecretaria de Educación del Litoral, “es similar al de las escuelas regulares”, pero difieren en la ejecución de ciertas actividades, que además de las clases en kichwa, tienen que ver con la enseñanza del trabajo en minga, la elaboración de productos artesanales, la preservación de la música andina, entre otras. Los estudiantes también reciben clases de inglés.
No obstante, Marco Arias, rector de la escuela Santiago de Guayaquil, ubicada en Bastión Popular, señaló que la creación de este tipo de instituciones permitió que “los indígenas seamos considerados al mismo nivel que los demás”, y agregó que “pudimos demostrar que no solamente somos buenos para estar en el mercado cargando sacos, en las construcciones, o en las calles lustrando zapatos y vendiendo caramelos”.

Problemas en las infraestructuras
Solo 3 de los 17 centros educativos de la Dirección de Educación Intercultural bilingüe de la Costa y Galápagos, cuentan con instalaciones adecuadas. Las demás, funcionan en casas prestadas, en iglesias, e incluso en casas de caña.
Ante ello, Mónica Franco, Subsecretaria de educación, explicó que “lamentablemente muchas de esas escuelas no tenían legalizadas las tierras en donde se asientan”, por lo que no pudieron ingresar en los procesos de reparación de infraestructura escolar, y agregó que “tenemos en proyecto para este año la reconstrucción de 5 escuelas con una inversión total de 1`571.194.74”.
Estos planteles son aquellos que necesitan reparación urgentemente.

Entrevista Jorge Swett


Desde siempre Guayaquil ha sido cuna de grandes talentos, pero literalmente, si de dejar huellas se trata, ninguno se compara con Jorge Swett.
Y es que la ciudad entera está plasmada con su nombre a través de majestuosos murales, que además de conmover el sentido estético de muchos, son el principal sello característico de este artista guayaquileño.
En una entrevista, Swett habló acerca de su inclinación por el arte, de su sentido de justicia, y también sobre su esperanza en un futuro prometedor para las próximas generaciones de artistas.

¿Por qué decidió ser artista?

Siempre me sentí artista. Desde muy niño no me perdía ninguna exposición de pintura, y cuando veía un grupo de intelectuales yo me paraba a escuchar de qué hablaban, y así me fueron conociendo, me contagiaron, y empecé a pintar.

Pero poco a poco fue experimentando otras tendencias...
Sí, cómo se va a saber qué es lo dulce cuando no se ha probado lo que es agrio y salado.

Continuando con las tendencias, ud. también estudio jurisprudencia...
Así es, siempre me interesé por los asuntos humanísticos con un gran sentido de justicia, que me fue innato por los preceptos de mis padres y porque yo viví entre los seres que eran explotados en esa época.

¿A quiénes se refiere?
Al mundo de la población chola de Puerto del Morro, donde viví mi infancia y donde me crié con una filosofía de hermandad, de comunidad, y de amor al prójimo. Nunca fui aniñado.

Entonces ¿qué fue? o ¿qué quiso ser para ellos?
Yo quería ser una especie de Quijote, pero sin Rocinante (risas).

Independientemente del lugar, ¿logró ser un guerrero?
Siendo jovencito ayudé en la revolución del 28 de mayo de 1944.

¿Cómo?
A mi me tocó el sencillo, humilde, pero buen papel de ir a repartir cajas de balas en los comités populares. Me jugué la vida, porque cuando ya me tocó retirarme, tuve que atravesar por cortinas de balas para llegar a mi casa, donde estaba desesperada mi madre, porque como la consigna era “no le cuentes a nadie”, yo la incluí y no le dije que iba a ver una revolución (risas).

Cambiando de tema, ¿por qué se inclinó por el muralismo?
Porque participé en un concurso internacional de murales y le gané a los grandotes (risas), luego gané un concurso nacional, y de ahí en adelante ya sabe lo que pasó.

Y de todos sus murales ¿cuál es su favorito?
Me pone en dificultades, porque es como preguntarme cuál de mis hijos es mejor (risas).

Y si hablamos de la centralización de la cultura en el país.
Yo pienso que la cultura es como tratar de tomar el agua con dos manos, nadie la puede retener. La cultura no se puede quedar en un solo lugar.

Y ¿qué piensa sobre los concursos del Ministerio de Cultura?
La parte burocrática, operativa es pesada, densa, mucha técnica y la cultura no se puede tecnificar.

Entonces ¿es una traba del sistema?
Pienso que son trabas sin tener la intención de hacerlo.

Y ¿cuál sería la forma ideal para calificar los proyectos?
No soy técnico en analizar técnicas (risas).

Ahora, ¿el número de proyectos que se presentan demuestra el grado de interés de la gente por hacer arte?
Sí, demuestra la ansiedad, la necesidad de cultura.

Y en cuanto al Municipio de Guayaquil ¿es un buen gestor cultural o solo pretende serlo?
Las municipalidades no son solo para hacer rellenos y calles, también tienen que preocuparse por la gestión cultural, y la de Guayaquil sí está haciendo una buena labor de difusión.

¿Y sobre el escaso crecimiento de los movimientos artísticos de Guayaquil?
Esta ciudad crece explosivamente a 100 km por minuto, y aunque el movimiento intelectual no crece en la misma dimensión y proporción, no significa que lo esté dejando de hacer.

Entonces, ¿prevé éxitos en el futuro artístico del Puerto?
Sí, nadie debe perder la fe en su propia vida, ni en la comunidad. Hay momentos de subida y de bajada, de estancamiento que frenan el desarrollo, pero a éste siempre se lo retoma, nunca se pierde.

lunes, 12 de julio de 2010

Entrevista al Viejo Napo


Frontal y sin prejuicios, este músico ha sabido ganarse un reconocido espacio en la esfera artística nacional, convirtiéndose así, en un ícono de la música urbano popular.
En esta entrevista, Napolitano no solo conversó sobre su carrera, sino que también, opinó sobre la burocracia, los nuevos artistas, la piratería y sobre el futuro musical que se está forjando en Guayaquil.

En primer lugar, ¿cómo nace Héctor Napolitano músico?
Cuando los perros se dan cuenta de que ladran, se han de llamar a sí mismos perros. Yo me di cuenta que tocaba la guitarra, entonces me dije músico.

Y sus canciones... ¿son todas experiencias vividas?
La mayoría sí, porque es más fácil contar la verdad que inventarse una. La realidad siempre supera a la fantasía.

¿Cuál es la singularidad de su música?
Yo soy purista...y purero también (risas). Yo tengo influencias de la música cubana, del bolero, del danzón, la guajira, el blues, el country, y por su puesto, de la música nacional. Todo un caleidoscopio musical.

La gente lo considera como un gran cantautor...
Yo lo que hago es dar cariño y recibir cariño, el resto no sé cómo la gente me encasille. Yo no me involucro con los adjetivos, y menos con los sustantivos.

¿Y no se cansa de que le pidan cantar las mismas canciones?
Pero por supuesto. Los cantantes que hemos llegado a colocar algunas canciones en el corazón de la gente somos esclavos de esa realidad, es agobiante, pero lo tienes que respetar y ponerle esa gotita de cariño que necesita cada canción, si es posible acompañado de un vinito, o cualquier bebida espirituosa (risas).

Con respecto a los nuevos “talentos”, ¿cualquiera se puede llamar artista?
Yo no estoy para decir quién es y quién no es, pero en todos lados hay farsantes, talentosos, gente que nada contra la corriente... hay zapateros que debían haber sido músicos, y músicos que debían haber sido zapateros.

Como músico, ¿ha sido apoyado por el Ministerio de Cultura?
Nunca me ha interesando saber qué es lo que hace el Ministerio, porque eso es caer en un saco roto. Siempre terminan eligiendo (en los concursos) a una serie de intelectuales de cuarta, o aceptando proyectos que a nadie le importa.

Pero... a ud. lo ha contratado el Gobierno.
Cuando se trata del Gobierno, yo lo único que hago es por encargo, y se demoran siempre en pagar.

Entonces, ¿es mal negocio?
Cuando el Estado te contrata tienes que pensarlo dos veces, y tienes que saber que esa plata la cobras cuando ellos quieren y no cuando tu la necesitas.

¿Y cuando lo ha contratado el Municipio de Guayaquil?
Peor todavía, pero yo no me refiero a personas, sino al monstro que significa la burocracia, en donde la última rueda del coche desgraciadamente somos los artistas.

Tomando en cuenta esto, ¿de qué vive?
Yo vivo como un taxista, si no salgo por la mañana a darle rueda no como... vivo de la venta de discos, de los shows. Yo voy donde me llaman.

Esto último quiere decir que ¿es un hombre sin prejuicios?
Yo voy a lo mío, yo soy un profesional, yo no tengo ninguna afiliación, yo soy músico.
En otro tema, ¿qué piensa de la piratería?
Hay gente que mete mucho dinero, trabajo y tiempo para hacer un disco, y vienen los ilegales y te roban ese esfuerzo, eso es infame, esa gente tiene que ser metida presa, que vayan a robar a otra parte.

Pero a pesar de lo malo, ¿Se avecina un futuro musical próspero para Guayaquil?
Yo pienso que sí. Hay un grupo muy pequeño que está siguiéndole los pasos a Quito en esa larga travesía de salir de ese sentimiento musical deprimente de canciones donde siempre se le hecha la culpa a la mujer y se llora por los cachos, comiendo a fin de cuenta, de las lágrimas ajenas. Hay muchas cosas lindas que hay que decirlas.

jueves, 24 de junio de 2010

Estero Salado: en 10 años será una realidad distinta

A través de la ventana de su vivienda de caña, ubicada sobre el estero Salado a la altura del suburbio de Guayaquil, Dora Calero ha observado durante ya 34 años el ir y venir de cientos de desechos que son arrojados diariamente en este brazo de mar. “Mire como vivimos, llenos de papeles, botellas, de todo trae el estero porque la gente de aquí mismo no cuida y uno tiene que soportar la pestilencia”, comentó.
Asimismo Maritza Ávila, cuya casa está levantada en el sector del puente del la Cuatro de Noviembre indicó que “aquí el problema (en el Salado) es que hasta en camioneta vienen a botar basura de todos lados, tiran animales muertos, refrigeradoras viejas, y a veces uno no puede decir nada para no ganarse un balazo”.
Estos testimonios demuestran que en el estero no solo desembocan las aguas servidas de los asentamientos informales que están a su alrededor, sino también todo tipo de desperdicios, contaminándolo aún más.
Carlos Hoeheb, jefe de operaciones de Visolit, empresa encargada de limpiar el Salado, manifestó que “a diario sacamos entre 14 y 15 toneladas de basura del estero. Y encontramos desde personas y animales muertos, fetos, madera, y todo tipo de desechos, y aunque se limpie al día siguiente todo está sucio nuevamente”.
En este sentido, la contaminación que presenta el estero “es un problema socioambiental”, de acuerdo con Víctor Bernis, jefe del departamento de Gestión Ambiental de la Dirección Nacional de Espacios Acuáticos (DIRNEA).
Para detener esta situación, el Gobierno anuncio la ejecución del proyecto denominado Guayaquil Ecológico, que a su vez, según Manfred Altamirano, Subsecretario de Gestión Marino Costera, “tiene como objetivo conservar los espacios naturales que tiene la ciudad”, como es el estero.
Entre los componentes del proyecto, dijo, “están la restauración del estuario como tal, la educación ambiental, el monitoreo y control (de la zona), y la reubicación de viviendas” (invasiones).
En cuanto al último punto, agregó que el MIDUVI “hizo un sondeo de opinión a 560 personas del sector, de las cuales el 98% se mostraron muy receptivas y abiertas a ser reubicadas”.
Datos de este ministerio, indican que cerca de cinco mil familias habitan en el estero.
Sin embargo, Altamirano aclaró que no todos los habitantes que viven a lo largo de los 28.08 km del Salado serán trasladados, porque existen otras formas para frenar las invasiones, uno de los principales factores contaminantes del sector.
Entre las alternativas nombró la construcción de parques lineales (en el límite actual de las invasiones), la declaración de ciertas manzanas como utilidad pública para hacer bloques multifamiliares y la reforestación de manglar. “Todo depende de la realidad que se encuentre en cada zona”, mencionó.
Con respecto a la parte norte del brazo de mar (Kennedy, Urdesa, Miraflores), explicó que se empleará el uso de bacterias “para el tratamiento y mejoramiento de la calidad del agua, también mencionó el uso de aireadores para oxigenarla.
Por otro lado, expresó que la contaminación del brazo de mar de Guayaquil no es únicamente responsabilidad de los invasores, sino también por “la falta de una cobertura apropiada de alcantarillado y de sistemas de recolección de desechos de la ciudad”.
En contraste, Ilfin Florsheim, vocera de Interagua, indicó que el mayor problema con el alcantarillado son la invasiones, porque “le siguen ganando espacio al estero, entonces ahora quedan sectores que no tiene (alcantarillado) otra vez.
Sin embargo, Altamirano aseguró que “nosotros hemos solicitado a Interagua información sobre cuáles son los espacios que sí tienen cobertura y cuáles no, pero no nos ha dado nada”.
En tanto Jesús Beltrán, vocero de Vachagnon, señaló que “seamos sinceros, hay sectores donde no hay infraestructura vial que permita que el recolector entre”. Ante este argumento, el Subsecretario comentó que “entonces por qué no fortalecen el sistema de recolección fluvial”.
Finalmente, Altamirano dijo que la primera fase de Guayaquil Ecológico (reubicación, bacterias, monitoreo), se iniciará a inicios del 2011, y su culminación está prevista para el 2013.
“El componente más costoso es indudablemente el de reubicación de viviendas, y se habla de aproximadamente de unos 60 millones, mientras que los otros costarán unos 10 millones”, también añadió que “como técnico, yo creo que en 10 años, el estero podría tener una realidad distinta a lo que es actualmente”.

Chulco: representa el 9% de los préstamos en todo el país


“Credi Rápido: estamos para cubrir las necesidades de su hogar o negocio, gracias por preferirnos”. Este es el eslogan que consta en las tarjetas de presentación de un negocio de préstamos informales, que Tania Ronquillo, propietaria de una peluquería ubicada en el Guasmo Central de Guayaquil, entrega a su clientela cuando llega a saber que están atravesando calamidades económicas.
Sin embargo, ella no es usurera, sino que promociona a un grupo de amigos: los denominados presta diarios. “Cuando uno está necesitado, ellos me dan la plata rapidito, por eso yo si les reparto la propaganda”, comentó.
Pero a diferencia de Ronquillo, hay personas como Miriam Gárate, dueña de una tienda de abastos en la Cooperativa Miami, al sur de la ciudad, que no volverían a solicitar un crédito a estos individuos. “Mientras usted pague ellos son una maravilla, pero hubo una vez en que no pude devolverles a tiempo $50, y me vinieron a amenazar y me dijeron que yo no sabía con quién me había metido, desde ahí dije ni más”.
En definitiva, existen distintos criterios en torno a los chulqueros motorizados, pero más allá de lo que la ciudadanía opine, este negocio, además de ser ilegal, desencadena el cometimiento de más delitos.
El miércoles pasado, en la reunión del Consejo de Seguridad del Guayas, el ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, afirmó que “no se trata solamente de un inocente, entre comillas, negocio de usura, sino que detrás de aquello hay lavado de activos, narcotráfico… que producen luego ajustes de cuentas y cobros violentos de deudas”.
Por su parte, el jefe de la Policía Judicial del Guayas, Edmundo Mera, manifestó que la institución está ejecutando “un plan de investigación” para determinar si los presta diarios tienen relación con los últimos casos de sicariato, pero añadió que “nuestra mayor dificultad, es que los mismos familiares de las víctimas de este tipo de asesinatos no se han atrevido a denunciar, ni mucho menos a colaborar con la policía, y nuestra obligación es trabajar con pruebas, por lo que no se ha podido determinar aquello todavía”.
Por otro lado, esta modalidad de usura no es la única. En la Bahía de Guayaquil, muchos comerciantes han perdido sus negocios por haber firmado letras de cambio o pagarés a chulqueros, quienes suelen emprender acciones legales cuando no reciben el dinero completo.
Tal es el caso de José Medina, quien hace un año le pidió al chulco $8.000 (con un interés del 20% mensual), para invertir en su puesto de ropa. No los pudo pagar a pesar de que vendió su vehículo y su negocio. En la actualidad, su vivienda está en proceso de embargo, acción que fue solicitada por el prestamista.
Según datos del Observatorio de Seguridad Ciudadana de Guayaquil (OSCG), en la urbe se han detectado 98 casos por extorción en lo que va del año, encontrándose dentro de esta modalidad la usura. Pero a pesar de ello, en la Fiscalía del Guayas apenas se han presentado 12 denuncias.
Asimismo, en un estudio realizado por CEDATOS en el 2007, el crédito informal representa el 9% de los préstamos en todo el país, el mismo al que recurren más del 75% de los pequeños productores y empleados autónomos o informales.
Además, se determinó que la tasa de interés promedio al año por parte de los chulqueros es de aproximadamente 132% (11% mensual), a diferencia de la tasa del crédito formal, que es de 5 a 10 veces más baja.
Carlos Córdova, vicepresidente ejecutivo de dicha encuestadora, señaló que el estudio se está actualizando, “pero los datos no variarán significativamente”.